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En la sección de “MI EXPERIENCIA” de “Las preguntas que te llevan a encontrarte“, comparto el pánico que sentía al aprender sobre mí misma y cómo ese miedo crecía a medida que me conocía más. El temor de que amarme a mí misma pudiera alejarme de Dios me paralizaba.
Pasé innumerables horas hablando con Dios en oración y leyendo lo que la Biblia dice sobre el autoconocimiento. Un día le dije a Dios: “Si esto me aleja de ti, permíteme saberlo en mi corazón para no seguir, porque no quiero apartarme de ti”, y lo demás es historia.
Cuanto más aprendía sobre mí misma, más confirmaba lo que la Biblia dice sobre nuestra naturaleza humana. Era imposible no creer que Dios nos creó como seres tripartitos, con una capacidad increíble para soportar incluso situaciones para las cuales no fuimos originalmente diseñados.
Entendiendo el miedo al autoconocimiento
El temor de llegar a los extremos es válido. Tener miedo de fomentar el crecimiento personal, amor propio y ser “la mejor versión de mí” puede llevar a malentendidos. Puedo dar testimonio de esto.
“Así que, ¡no seas demasiado bueno ni demasiado sabio! ¿Para qué destruirte a ti mismo? Por otra parte, tampoco seas demasiado malo. ¡No seas necio! ¿Para qué morir antes de tiempo? Presta atención a estas instrucciones, porque todo el que teme a Dios evitará caer en ambos extremos.”
Siempre, desde la prehistoria hasta ahora, existirán personas que sacan de contexto todo lo que puedan, desde la Biblia misma hasta cómo Dios opera. Dejar de hacer algo por miedo a lo que digan los demás es una pérdida de tiempo y te roba el gozo. Si tienes temor de apartarte de Dios, estás en el buen camino, pero si temes lo que digan los demás, podemos trabajar ese temor.
Superando el miedo que nos paraliza
El miedo es un sentimiento que nos paraliza de todas las maneras posibles. Un ejemplo de esto es la percepción de las redes sociales en sus comienzos. La persona que tiene miedo y no sabe cómo controlarlo diría: “Nadie lo está haciendo, siento que me vería ridícula, ¿y si no funciona? Nadie a mi alrededor lo está haciendo.”
El otro extremo de ese miedo, que la misma persona sentirá eventualmente, es cuando las redes sociales ya están sobresaturadas de contenido: “Ya todo el mundo lo está haciendo, no queda más creatividad, es muy difícil lograrlo por todos los requisitos y regulaciones que las redes sociales tienen. La gente pensará que lo que yo hago ya otros lo están haciendo, ¿y si no funciona?”
Aunque el miedo nos paraliza, su función es ayudarnos a sobrevivir. Hablo más sobre esto en “Escribe cuáles son tus miedos y por qué tienes miedo a esas cosas.“
Confrontando los demonios interiores
Esto no es un tema de demonología ni nada por el estilo, pero cuando no conoces bien quién eres y para qué estás aquí en este mundo, es más fácil que las fuerzas con las que estás peleando, según (Efesios 6:12), te tomen ventaja.
Ellos conocen al ser humano desde el principio de los tiempos y saben como atacar nuestros componentes tripartitos. Si no, date un paseo por Mateo 4:1-11 y mira cómo el tentador trata de tentar a Jesús con deseos humanos.
Si conoces quién eres, aprendes a tener dominio propio, conoces tus debilidades y huye de situaciones que sabes que te pueden tentar. Al conocerte refuerzas la idea de que “cuando me amo me cuido” y al cuidarte a ti misma, sabrás cómo cuidar a otros.
Cómo la autoconciencia mejora tu relación con Dios
David, un hombre conforme al corazón de Dios, le dice a su alma que alabe a Dios. En los salmos, vemos cómo él adoraba a Dios, pero también sabía que su alma debía entender eso.
Si trabajas en el autoconocimiento y crecer en dominio propio, te darás cuenta de lo que dejas entrar. Filtrar mejor los pensamientos, las acciones que quizás no te llevan a ningún lugar, las palabras que te condenan, etc.
Cuando conocemos quiénes somos y nuestras debilidades, podemos someter estos asuntos a Dios. Un ejemplo de esto es Moisés y su ira no trabajada.
Equilibrando el autoconocimiento y la humildad
El autoconocimiento no es vanagloria, si entendemos que este trabajo es interno y que no eres mejor que nadie por conocer tu propósito y quién eres.
Me encanta como es que los fariseos sabían tanto de la ley, pero no evaluaron que su comportamiento les estaba dando señales de que estaban pobres de espíritu, no fue hasta que Jesús murió en la cruz que se desgarró el manto del templo que muchos se dieron cuenta del acto que hizo jesús.
Estaban tan empecinados en cumplir la ley que no se dieron cuenta de que Jesús cumplió la ley. Jesús en su humildad enseñó, quién era él (HIJO DE DIOS) y para el vino a este mundo (PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS) y dio ejemplo en Lucas 14 de la humildad y de ser consciente con los que nos rodean.
Resumen
- El temor a los extremos en el autoconocimiento es válido, y es crucial evitar ser demasiado bueno o demasiado malo, tal como enseña Eclesiastés 7:16-18. La sabiduría bíblica nos guía a mantener un equilibrio y no dejarnos paralizar por el miedo al juicio de los demás.
- El miedo puede paralizarnos, especialmente cuando enfrentamos nuevas situaciones o saturaciones de información, como en las redes sociales. Sin embargo, el miedo también tiene la función de protegernos y debemos aprender a controlarlo y no dejar que nos impida actuar.
- Conocer nuestras debilidades y aprender a tener dominio propio nos ayuda a cuidarnos mejor y, a su vez, a cuidar a los demás. El autoconocimiento fortalece nuestra relación con Dios, permitiéndonos someter nuestras debilidades a Él.
Preguntas de autorreflexión
- ¿Qué factores crees que contribuyen al miedo al autoconocimiento?
- ¿Qué papel juegan las creencias, tu fe y valores personales en el miedo al autoconocimiento?
- ¿Cómo afecta la opinión de los demás tu disposición a explorar tu interior?
- ¿Qué estrategias puedes utilizar para enfrentar y superar el miedo al autoconocimiento?
- ¿De qué manera crees que el miedo al autoconocimiento puede afectar tu crecimiento personal?
¡Nos vemos en la próxima!
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