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Si ya identificaste cuál es tu motivación para crecer en tu crecimiento personal, el desarrollar hábitos positivos para crecer es pan comido.
Hacer una lista de cuáles son las áreas de nuestras vidas o por lo menos las áreas más importantes es el primer paso para poder comenzar el crecimiento personal.
Las áreas de nuestras vidas pueden verse de esta forma:
- Espiritual – religión
- Social – relaciones de familia, amigos, compañeros de trabajo
- Físico – salud, cuerpo
- Económico – Finanzas
- Mente – mental y emocional
- Recreación – Tiempo libre
- Profesión – carrera, trabajo
Para ti cuáles de tu lista es la más importante para trabajar y/o cuál sientes que es la que necesitas trabajar más, es donde te debes enfocar intencionalmente.
Algunos hábitos ya los tenemos, hábitos para despertarnos y cambiarnos todos los días, por ejemplo, los hábitos que queremos ejercer son los que intencionalmente tenemos que trabajar los días malos como los días buenos hasta que sea parte de nosotras.
Me gusta como lo dice el libro de Hábitos Atómicos “hazlo parte de tu identidad”
Complicamos mucho la idea de desarrollar un hábito porque vemos que otros lo hacen con “facilidad” y es que para ellos también al principio fue un hábito el cual tuvieron que desarrollar en un momento de su vida.
Si te sale mejor resumir la lista de arriba, usa el método que use, mente, emociones y cuerpo.
Digo cuerpo no solo como manera de ejercitarlo, sino cómo implementar cosas como clases, cursos, y/o experiencias positivas que te hagan moverte y estar activa.
La mente y las emociones nos conducen a tomar decisiones dependiendo de la sabiduría o falta de ella que tenemos. Por eso es tan importante no depender de ninguna de las dos.
Como el hilo conductor de nuestro desarrollo es el Espíritu de Dios, es bueno saber que la biblia nos dice:
“Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento.”
-Proverbios 3:5
¿Cómo aprendo a trabajar con mi mente y emociones para desarrollar esos hábitos?
Dato Curioso:
Cuando trabajaba con los niños en Manhattan me di cuenta de un dato muy curioso en todas las familias con las que trabajaba. Cada vez que los padres me llamaban para cuidar a los niños, tenían una lista de las cosas que hacer para ellos en ese día y preparaban el escenario para la siguiente actividad.
Si tenían que ir al gym ya tenían la ropa del gym puesta y con ella hacían las otras diligencias que tenían. Si tenían que ir al parque preparaban todo lo que se necesitaba para el parque y lo dejaban en un lugar que era accesible.
De esta manera preparaban su mente para lo siguiente que tenían que hacer, esto lo veía muy común en todas las familias con la que trabajaba y por alguna razón siempre los hábitos que tenían eran buenos: hacer diligencias, citas médicas, ejercicios, planear salida con la pareja solos en la semana, ir al trabajo, etc.
Ellos eran intencionales en dejar huellas en el camino, la mente y las emociones se preparan en automático a hacer lo siguiente cuando ya tiene las guías de qué actividad tiene que hacer después.
La mente es una máquina que se adapta a lo que aprende y a lo que se repite con constancia, las emociones al ser constante dependen mucho de lo externo y hay días donde no quiere colaborar con la mente, pero ya como el cerebro ha practicado mucho un hábito los sentimientos pueden llegar hasta donde nosotros la dejamos.
Se necesita poco esfuerzo de nuestra parte después de desarrollar un hábito para que los sentimientos se adapten.
Si hoy no sientes hacer ejercicio, pero ya tienes un hábito de ir lunes a viernes de 6 am-8 am, tu mente te va a levantar a esa misma hora y te va a indicar que es hora de ir al gym, en esos segundos hay una batalla entre la mente y las emociones.
Las emociones las puedes dominar con las huellas que has dejado la noche anterior, con algún indicador de motivación que te ayude a levantarte y la cual no te sea tedioso hacer de ese proceso un hábito.
La batalla entre la mente y las emociones
Siempre va a haber una batalla entre lo que pensamos y lo que sentimos. Lo bueno es que si aprendemos a programar nuestras mentes, las emociones no tienen mucho voto en lo que haces.
Si te levantas para ir al gym y ves que la ropa del gym está ahí esperando, se te hace más fácil levantarte, tomar la ropa del gym y ponértela, que comenzar a buscar qué ponerte en ese preciso momento. Tus emociones puedan que sí o que no estén dispuestas a colaborar y esa es la batalla que debemos ganar en esos momentos.
“Y no se adapten (no se conformen) a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable (agradable) y perfecto.”
-Romanos 12:2 NBLH
Ahora el gym es solo un ejemplo sencillo y en el cual todos podemos relacionarnos, pero en otras áreas donde deseamos desarrollar hábitos lo ideal es crecer en el hábito y no tratar de forzarnos al hábito.
Si por dentro los pensamientos y emociones se alinean constantemente hasta que se vuelva parte de tu IDENTIDAD, entonces lograste crear un hábito que tienes que seguir forjando todos los días. Es un entrenamiento constante dependiendo de muchos factores como:
La educación, creencias, religión, valores y demás + que tan no alineados o que tan alineados están esos hábitos de estos factores.
Ej.: Si toda tu vida, desde la infancia hasta la edad adulta, te enseñaron que pedir ayuda no era bueno, la práctica de revertir esa creencia la tendrás que trabajar todos los días, aun cuando ya tengas años forjando ese hábito.
El tiempo en el que tu mente estuvo parada en un pensamiento y/o creencia afecta el tiempo que trabajas para alinear tu mente a otra creencia o pensamiento.
Como dije anteriormente, es un entrenamiento, el que entrena, se adiestra y/o se prepara para lo que quiere lograr.
O como dice Romanos, “la renovación de su mente”, renovar significa mejoría o actualización de algo.
Resumen
- Definir en qué quieres trabajar primero y ser intencional te ayuda a seguir creciendo en las otras áreas.
- Para desarrollar hábitos es bueno dejar huellas que te ayuden a avanzar a la siguiente cosa que harás.
- Cada hábito al principio tiene que ser programado primero en la mente.
- Los sentimientos no ayudan a nada en nuestro crecimiento personal si no va conectado a la mente que ya se programó/renovó.
Preguntas de autorreflexión
- ¿Qué área/s de mi vida tengo que trabajar primero?
- ¿Está mi mente programada o necesito programarla para desarrollar hábitos sanos?
- ¿Cómo dejo huellas que me ayuden a crear hábitos sanos a diario?
¡Nos vemos en la próxima!
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