No Eres Difícil de Amar: Redescubriendo Tu Valor en Cristo

by | Feb 28, 2025 | Amor Propio

Siento que soy difícil de amar

Si ves a los demás como superior que tú, pero te minimizas a ti misma y te ves poco calificada para ser usada o amada por Dios… déjame decirte que no eres difícil de amar, te estás haciendo a ti misma difícil de amarte a ti misma.

Se nos hace difícil a nosotras amarnos y dejar que nos amen porque se nos ha puesto un velo que no nos permite vernos como Jesús nos ve.

“Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón. Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Ahora bien, el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza, con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.”

-2 corintios 3:15-18 (recomiendo leerlo entero para entender contexto)

Sabes que Jesús te ama, pero no sabes cómo procesar ese amor porque no hubo/hay un ejemplo de su amor en tu vida. Crees que Dios te ama de la misma manera que otros en autoridad o en tu entorno te ha tratado y desde ese “amor” te has condicionado.

Al no recibir ese amor que debemos recibir de nuestro entorno dígase madre y padre, eso crea en ti una etiqueta de “invalidez” que se enlaza en tu identidad. Has tratado de buscar amor o sentirte amada en relaciones, amistades, familia y comunidad, pero aun así no sientes que eres realmente amada.

¿Quién me amó primero?

“…Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.”

Romanos 8:38-39

“¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación o la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro o la espada?

Romanos 8:35

Suena irónico pensar que Dios nos ama cuando él en sus manos tiene el poder de evitar todo dolor y todo sentimiento negativo en nuestras vidas y no lo hace. 

¿Has pensado esto antes? ¿Recientemente ha pasado esto por tu cabeza?

Te has preguntado o has hecho comentarios como los siguientes:

  • Todo me sale mal, tengo que suplicarle más a Dios para que cambie mi situación.
  • No nací para ser amada.
  • Si Dios me ama, porque nací sin tal amor.
  • El amor duele.
  • No encajo con nadie.
  • El amor no es para mí.
  • Siempre soy rechazada.
  • Nadie me escucha.
  • Dios no me quiere sanar, le he pedido y nada pasa.
  • ¿Qué es el amor?
  • ¿De verdad soy amada?
  • ¿Por qué si Dios me ama todo es tan difícil en mi vida?
  • ¿Por qué me siento rechazada o invalidada?
  • ¿Cómo se siente el amor de verdad?
  • ¿Por qué siento que Dios me rechaza al no escuchar mi oración pidiendo sentirme amada?

Entonces, si la palabra de Dios dice que él nos ama, ¿por qué siento que soy difícil de amar? ¿Por qué todo me sale mal, porque no tengo nada bueno en mi vida, será que Dios no quiere que nada bueno pase en mi vida? 

Nada puede limitar ni definir el amor que tiene Dios por nosotras, no importa lo que sea.

El amor de Dios siempre ha estado ahí, es nuestro entendimiento y conocimiento de ese amor que nos permite sentirlo y caminar en ese amor, no importando lo malo que pase en nuestras vidas.

Caminar en el lenguaje del amor de Dios es habitar en su palabra. Si sientes que su amor no es para ti, entonces debes orarle a él que abra los ojos de tu entendimiento y te permita conocer su amor.

Una oración diaria que le hago a Dios es “enséñame a ser tu hija” debemos aprender el amor de Dios hacia nosotras.

Y debes intencionalmente hablar su palabra en tu vida. Paso a paso comenzarás a ver que su amor siempre estuvo ahí y comenzarás a albergar ese amor en tu corazón.

¿Cómo aprendo a caminar en el AMOR de Dios?

La respuesta es fácil, “perfeccionándonos en su amor”

“En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”

1 Juan 4:17-21

Se nos hace normal vernos difícil de amar cuando las cosas no están bien o cuando nos vemos sin esperanza o fe. Sentir como si una nube negra de confusión nubla nuestros corazones y se nos hace difícil hasta imposible confiar que Dios pueda ayudarnos.

Nuestra circunstancia termina siendo la escala con la que medimos el amor de Dios.

Cuando estamos con las emociones involucradas a nuestras circunstancias, asumimos que hasta este momento la mano de Dios llegó.

“¿Será que Dios me ama?” “¿Será que creía que él me amaba, pero no era así?” “¿será que Dios me abandonó?”

DEBEMOS perfeccionarnos en su amor y ver cómo nos hablamos a nosotras mismas para no Enlazar tus circunstancias y todo lo que pase en la vida al sentimiento de “amor” que se te ha modelado.

Como dijo el salmista:

Alaba, alma mía, al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te corona de gran amor y misericordia; él te colma de bienes y tu juventud se renueva como el águila.”

-Salmos 103:2-5

Tenemos que aprender a hablarnos (a nuestra alma) sobre lo que Dios ya ha declarado sobre nuestras vidas. Tenemos poder en la palabra, pero ese poder solo se manifiesta en lo que tenemos autoridad.

Tenemos autoridad siempre sobre nuestra alma y recordarle a nuestra alma quien es nuestro padre y a quien nos sometemos, nos mantiene sobrias de su amor en nuestras vidas.

Trabajar con Dios, como colaboradoras de lo que él ya ha declarado, nos enseña a vivir tranquilas en las pruebas que vamos a tener en la vida. No nos exenta de vivir pruebas sino que sabemos que nuestra identidad está en él.

Resumen

  • No eres difícil de amar, pero te has hecho difícil de amarte a ti misma.
  • Debemos perfeccionarnos en el amor de Dios y renovar nuestra manera de pensar.
  • El amor de Dios es inquebrantable y no depende de nuestras circunstancias.

Preguntas de autorreflexión

  • ¿En qué momentos he sentido que mi valor o identidad están definidos por cómo otros me han amado o tratado?
  • ¿Cómo puedo abrir mi corazón para recibir el amor de Dios sin filtrar ese amor a través de mis experiencias humanas?

¡Nos vemos en la próxima!

Más de esta Categoría

0 Comentarios

0 Comments