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“¿Para qué comenzar el crecimiento personal si siento que no tengo nada bueno en mí?”
La idea de este BLOG es que disfrutes el proceso mientras continúes con tu vida normal, el único detalle es que tienes que ser INTENCIONAL en crecer.
La mente, dependiendo de cómo crecimos, nos socializamos o como nos vemos a nosotras mismas, hará una hipótesis de cómo será tu vida en un futuro lejano o cercano.
Esa hipótesis hace que los sentimientos se involucren y dependiendo de los factores antes mencionados se prepare para lo que viene. Por eso es que si piensas que tu vida no es buena y no será buena, todo lo que hagas, digas, pienses y sientas también será guiada por ese pensamiento.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.”
-2 Timoteo 3:16-17
Si el enfoque para crecer es basado en sentimientos, solo puedes llegar hasta 1) donde los sentimientos te dirijan y 2) a la velocidad que el sentimiento te dirija.
- “Ya no quiero escribir este libro, borraré todo lo que ya he escrito”
- “Hoy no siento estar feliz por eso estaré enojada con todo el mundo”
La biblia es la mejor arma, no solo contra las artimañas del diablo” sino también contra nuestra propia carne y pensamientos.
Nos enseña, nos cambia la forma de pensar, nos corrige, nos redirecciona, nos da la verdad, nos prepara y nos capacita.
Usarla es nuestro deber y más contra pensamientos que nos hacen daño a nosotras mismas y a otros.
El proceso nos debe cansar
No debemos martirizarnos por no sentir en el instante la satisfacción o la paz que queremos lograr cuando sanamos, crecemos o llegamos a lograr un milestone en nuestro crecimiento personal y es que cuando limpias una casa aunque sientes felicidad porque la limpiaste instantáneamente sientes cansancio y solo quieres sentarte o acostarte y descansar.
Así mismo se siente el cerebro por tener que esforzarse tanto en sanar, crecer, buscar resolver nuestras vidas o simplemente actuar ante una decisión sabia que sabemos que mejorará nuestras vidas.
Nuestra mente es vaga y le da flojera cualquier esfuerzo que no está ya instalado en su sistema. Por eso es que normalmente le llamamos “hacer/crear hábitos” y es que para la mente un hábito nuevo es como instalar un sistema nuevo y desinstalar otro al que la mente ya está acostumbrado.
La mente entiende de esta manera, si tengo que hacer un hábito de levantarme temprano tengo que romper el hábito de dormir más horas durante la mañana, si tengo que leer más tendré que dejar de ver Netflix o dejar de hacer algo que me gusta para poder leer más y así continúa el ciclo. En pocas palabras dices que SI a algo para decirle que NO a otra cosa.
“Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
-Gálatas 2:20
Es importante entender que aunque sintamos que no es justo que nuestros padres o tutores no hicieron su trabajo de buscar la ayuda necesaria, Dios puso esa gracia y ese favor en nosotras para tener la sabiduría de hacer el cambio que nuestra generación futura necesita.
Es válido mirar atrás para impulsarnos
Si eres de las personas que se critica constantemente, se sabotea, tiene auto-persecución, se ve menos que otros, o tiene baja autoestima, es bueno siempre ver hacia atrás para ver los avances que hemos tenido. Estamos tan metidas en el futuro y en nuestras mentes que algunas veces se nos olvida todo lo que se ha logrado en el camino.
“si eres puro y vives con integridad, sin duda que él se levantará y devolverá la felicidad a tu hogar. Aunque comenzaste con poco, terminarás con mucho. Tan solo pregunta a la generación anterior; presta atención a la experiencia de nuestros antepasados, porque nacimos apenas ayer y no sabemos nada; nuestros días sobre la tierra son tan fugaces como una sombra. Sin embargo, los que vivieron antes que nosotros te enseñarán; te enseñarán la sabiduría de antaño.”
-Job 8:6-10
Debemos creer que en su debido tiempo todo el trabajo que estamos haciendo para mejorar y crecer tendrá sus frutos. Entiendo que es difícil en una ERA microonda donde casi todo lo que nos da un momento de felicidad o nos llena por un instante se obtiene rápido.
Pero recordando que Dios no es un dios microonda y que él está en el trabajo de cultivar en nosotros el fruto del Espíritu y no de solo darnos satisfacción momentánea.
Si cada día sientes que estás adquiriendo conocimiento y que aprendes cosas nuevas, aunque no sientas el cambio instantáneo, hay algo internamente que está cambiando en ti.
Te darás cuenta con el tiempo que: como pensamos, nos socializamos o como nos vemos a nosotras misma está cambiando y mejorando.
La forma en que actúas cambia, la forma en que piensas y hablas cambia, la forma en que tomas decisiones cambia, tu vida comienza a tomar un orden y ves que todo el proceso VALIÓ LA PENA.
¿Qué debo hacer para comenzar?
1.º: Entender que esto es un proceso y que aquí se disfruta hasta los ERRORES.
2.º: Tener muy claro que el avance de tu progreso solo depende del empeño, tiempo y disciplina que tu le dediques.
3.º: Tener metas claras y escritas para poder comenzar a desenvolverte en tu crecimiento personal con más claridad.
El crecimiento personal en Cristo es un camino, donde vamos renovando la forma de pensar. La mente es muy poderosa y peligrosa si no sabemos llevarla cautiva a la obediencia de Cristo 2 Corintios 10:5.
Me puedo atrever a decir que es el arma que el enemigo usa para hurtar y destruir nuestras vidas. El trabajo que estás haciendo comienza con la mente y de la mente sale la decisión de comenzar y continuar.
No estamos peleando con la mente sino por la mente, para poder llevar todos los pensamientos rebeldes a la obediencia de Cristo. En verdad estamos peleando para derribar creencias aprendidas, malos hábitos y todo lo que es de la vida pecaminosa en la que hemos nacido.
Resumen
- La mente se ajusta al sistema creado, es deber de nosotras crear hábitos que cambien nuestro sistema mental.
- Es válido sentirse cansada después de cada proceso o prueba que hagas que crezca en alguna área de tu vida, estás haciendo cambios pequeños, pero significativos que a lo largo tendrán sus frutos.
- Es válido mirar hacia atrás o mejor aún tener un récord de todo lo que has logrado para esos días que sientes que “no vale la pena.”
- La palabra de Dios es la mejor arma y herramienta para atacar esos pensamientos que nos hacen sentir mal.
Preguntas de autorreflexión
- ¿Dónde se originaron esos sentimientos de invalidación personal?
- ¿Qué estoy haciendo o no haciendo que me hace sentir como que no valgo?
- ¿Cómo me hablo todos los días a mí misma? ¿Estoy yendo a la palabra de Dios para hablarme y verme como Dios me habla y me ve?
¡Nos vemos en la próxima!
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